Cuando los bomberos
llegaron al lugar de la emergencia, se encontraron en medio de gritos, caos, desmayos,
cuerpos regados por el suelo, personas en estado de shock y el humo que
inundaba los cuatro niveles de la discoteca.
Éste trágico y
doloroso acontecimiento sucedió hace 16 años, el 20 de julio del 2002, en lo
que era llamada discoteca “Utopía” ubicada en el Centro Comercial Jockey Plaza en
Lima - Perú. En el lugar, 29 jóvenes encontraron la muerte, quienes por
negligencia murieron asfixiados y otras 57 personas resultaron heridas. En el
evento de esa noche, llamado “Zoo”, se celebraba el lanzamiento de un perfume
del diseñador Hugo Boss.
Pasadas las 2 de la
mañana del domingo 21 de julio del año 2002, se da inicio a un espectáculo de
fuego realizado por el conocido barman Roberto Ferreyros, una falla accidental
provoca el incendio y las llamas no demoraron en prender todo lo que
encontraron a su paso. Las personas más cercanas al lugar donde inició el fuego
quisieron ayudar a apagarlo echando licor; sin embargo, debido a la
inexperiencia y desconocimiento, lo único que se consiguió fue avivar las
llamas de forma descontrolada.
Ante esta
emergencia y para evitar un muy posible corto circuito, el personal del centro
comercial desconectó el suministro eléctrico, acto que aceleró e intensificó el
pánico y la desesperación de los aproximadamente 1,000 asistentes a dicha
discoteca.
En pleno caos, todos comenzaron a correr buscando la única puerta de
escape que tenía el lugar; mientras, otros se escondían en los baños intentando
protegerse de las llamas que, lamentablemente, ya estaban fuera de control y
cobraban sus primeras víctimas.
La discoteca Utopía
fue inaugurada en mayo del 2002. Posteriormente, durante las investigaciones,
se encontró que las instalaciones no contaban con licencia de funcionamiento ni
construcción, ya que no cumplían con las normas mínimas establecidas por
Defensa Civil. Asimismo, no tenía salidas de emergencia, sistema de protección
contra incendios ni extintores.
El caso de utopía es un ejemplo que si tomamos acciones preventivas, podemos evitar muchos daños físicos, psicológicos y morales.
La muerte toca y cuando es un hijo, toca profundamente. “ La muerte no tiene la última palabra, la esperanza nos asegura que ellos están en manos buenas y fuertes de Dios" - Papa Francisco.
